lunes, 3 de diciembre de 2012



LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS EN BÚSQUEDA DE LA CALIDAD
POR MEDIO DE LA EVALUACIÓN: UNA LUCHA PERMANENTE


Jorge F. Calderón V


En las últimas décadas las instituciones educativas se han visto presionadas por organizaciones mundiales que les exigen cumplir con ciertos parámetros de lo que llaman modelo de calidad, de no hacerlo así, no conseguirán su “patrocinio”, es decir recursos económicos. Por tanto, se han visto obligadas a entrar en el juego y adoptar un modelo que permita alcanzar los estándares de calidad exigidos.

El objetivo de este trabajo es presentar brevemente algunos conceptos que están relacionados en la búsqueda de las instituciones por la calidad educativa.

Conceptos fundamentales vistos durante el semestre: Modelo – Modelo de Calidad – Modelo de Evaluación -  Fin de la Evaluación – Programas de evaluación.
 
 
Modelo: se entiende como modelo una especie estructura o un plan elaborado de forma escrita cuyo objetivo es tener de manera anticipada un punto de referencia de lo que se quiere lograr. Por tanto intenta anticiparse a los problemas que pudieran surgir al momento de poner en marcha el plan. De preferencia el modelo debe de ser flexible a posibles cambios durante el proceso.

Hablando de las instituciones educativas ellas, para conseguir la finalidad de una educación de calidad, han de adaptar o construir un modelo de calidad que les permitan conseguir su propósito.

Modelo de calidad: es un modelo ideal. Es decir en teoría así debería ser el producto final, el que se quiere conseguir. Cuenta con ciertos objetivos, metas que de alcanzarse satisfacerían la demanda.     

Debido a las reformas en educación, los modelos de calidad suelen cambiar. Actualmente existen, por llamarlo de alguna manera, cuatro grandes indicadores de evaluación educativa del modelo de calidad: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir.

Modelo de Evaluación: hablar de modelo de calidad es necesariamente hablar de evaluación. Como todo, se debe aclarar lo mejor posible el concepto que se tiene por evaluación. Por tanto se construye un modelo de evaluación para dar cuenta de los resultados. Este modelo de evaluación preferentemente ha de ser concebido para obtener resultados para analizarlos  tomando en cuenta los indicadores del modelo de calidad y conocer el estado en el que se encuentran los resultados que se están logrando. Se trata de una evaluación para conocer y mejorar el proceso.

Fin de la evaluación, la evaluación debe conseguir tres cosas: hacer un diagnostico, o sea conocer el estado actual en el que se encuentra el objeto que se va a evaluar, luego darle seguimiento, seguir el proceso del fenómeno para ver cómo se desarrolla, teniendo en cuenta claro cuál es la finalidad de este seguimiento, por ultimo buscar mejorar del proceso. Al evaluación busca generar conocimiento.

Otro concepto que entra en cuestión con el propósito de conseguir una educación de calidad son los programas de evaluación en los 70 y 80. El CENEVAL por ejemplo cuya aparición fue en 1994. SE crean también instrumentos mejorados e Instituciones como el Instituto Nacional de la Evaluación la Educación (INEE). En fin empieza la búsqueda por la calidad a través de programas de evaluación.  


Comentario:
No es que estar en contra de la evaluación sea sano, de hecho no lo es. Lo insano radica en que los programas y sus instrumentos de evaluación son mecanismo de presión, son impuestos, son externos y de intereses que muchas veces no tienen que ver con educación (habría que replantearse este concepto) por tanto la evaluación se está aplicando no por convencimiento (convicción) sino por exigencia de las empresas, del Estado y de las organizaciones hegemónicas. No se alcanza una calidad educativa en estas condiciones de opresión, lo que se está haciendo es una escolarización de una loca carrera por la competición, y eso no corresponde a una educación. Las instituciones están perdiendo el sentido y están olvidando replantearse la pregunta ¿Para qué educar?  Lo que quieren es agradar a quienes proporcionan los dineros que les permiten seguir subsistiendo. Cuando la evaluación sea decisión y convicción de la institución y todos estemos convencidos de sus beneficios educativos, y hayamos respondido de manera casi unánime para que educar, entonces estaremos en condiciones de evaluar (o tal vez ni lo necesitemos).


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